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Con la colección “Golem”, el diseñador Dario Mittmann pretende cuestionar el tiempo, la tecnología y la identidad. Golem es un ser artificial místico asociado con la Cábala, que puede cobrar vida a través de un proceso divino y ha servido de inspiración para otros seres creados artificialmente en la cultura pop. Esto explica la entrada final de Deborah Secco como una mujer robot que lloró lágrimas negras.
Su lenguaje se basa en el streetwear y el nightwear, como podemos ver en los pantalones súper anchos que cubren las zapatillas con voluminosas puntas redondas, o en las chaquetas que mezclan referencias deportivas y uniformes futuristas. Los vaqueros también están presentes, con trabajos de patchwork con bajos deshilachados o rematados con una corbata fetichista con ojales.
La dualidad entre humanos y máquinas fue bien explorada en los materiales. La parte mecánica estaba representada en acabados plateados, mientras que el cuerpo humano aparecía como una estampa de músculos y camisetas y mallas o en un trabajo sobre látex que parecía realizado a partir de materia orgánica en descomposición.
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