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Durante la Semana de la Moda de Milán, Donatella Versace presentó la colección Otoño-Invierno 2025-2026, reafirmando la esencia de la casa italiana en medio de rumores sobre una posible venta de la firma. La pasarela mostró una fusión de elementos clásicos y contemporáneos, destacando abrigos acolchados con estampados de animales y el emblemático motivo de Medusa, así como trajes que combinaban teddies de satén con camisas de archivo, complementados con faldas ajustadas y pantalones de cuero.
Un detalle notable de la colección fue la incorporación de cota de malla en vestidos y camisas para ambos sexos, simbolizando resistencia y perseverancia, y complementados con cascos puntiagudos y accesorios llamativos. Esta elección estilística refuerza la imagen de una mujer empoderada y segura de sí misma, característica distintiva de la marca.
La paleta de colores se mantuvo en tonos monocromáticos, con el negro y el rojo como protagonistas, evocando una dualidad entre poder y pasión. Las siluetas esculturales, inspiradas en la antigüedad, se manifestaron en corsés y vestidos drapeados que recordaban las estatuas romanas, fusionando la elegancia clásica con un toque moderno.
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