TAG Heuer se inspira en las luces llamativas de Las Vegas para presentar su nuevo Cronógrafo Mónaco


TAG Heuer ha establecido en el universo de la relojería su legado perdurable e inquebrantable, tejiendo una narrativa que entrelaza la emoción del automovilismo con la delicadeza de la artesania suiza. 

TAG Heuer Monaco, una colección icónica dentro de la gama TAG Heuer, transmite este legado con un espíritu de velocidad, elegancia perdurable y precisión implacable. Presentado en 1969, el TAG Heuer Monaco se convirtió rápidamente en uno de los relojes más simbólicos de la historia. Por aquel entonces, su atrevida forma cuadrada, su corona situada a la izquierda, su caja cepillada y pulida y su esfera azul no se parecían a nada de lo que había en el mercado. 

Convertido rápidamente en sinónimo de la marca, resultó ser también uno de los favoritos del sector, atesorando seguidores entre los entusiastas de las carreras y los amantes de los relojes por igual. El legado del TAG Heuer Monaco ha estado siempre vinculado al automovilismo y a la historia del cine, especialmente a través de su asociación con el actor Steve McQueen. En la película «Le Mans» de 1971, McQueen lucia un Monaco, lo que consolidó su estatus como icono de estilo y piedra angular de la cultura del automovilismo. 

Más allá de su fama cinematográfica, el TAG Heuer Monaco no ha dejado de evolucionar y cada versión se ha basado en la anterior, perfeccionando la precisión y el diseño distintivo que definen a este icónico modelo. Desde sus inicios midiendo la palpitante emoción del automovilismo, hasta sus modernas encarnaciones, el TAG Heuer Monaco ha sido un ejemplo de innovación, adaptándose continuamente a las nuevas tecnologías y materiales sin dejar de ser fiel a su legado de competición





Imágenes | Cortesía | IMAXTREE



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