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Como una alusión al urbanismo, Prada presentó su colección Otoño-Invierno 2024 en Milán con un escenario en donde podnía a los asistentes por encima de un cuerpo de agua, una analogía de estar cerca, pero limitados a la vez, al contacto con la naturaleza.
En este desfile, se aprecia más que antes la influencia del trabajo de Raf Simons, apreciándose el j uego en mayor volumen de prendas de abrigo, camisas y pantalones anchos pero recortados a su vez por encima del tobillo.
Con colores estridentes (propios de Miuccia y su historia en la marca) los tonos verde, rojo y púrpura no se hicieron esperar, tanto en pantalones de textura de pana, como en complementos para los días de frío como los gorros de punto.
Como si nunca se cansaran de reinvnetar el look de oficina, los trajes llegan en su más pura versión minimallista en nergo, con una única fila de botones que enfatizan la silueta y le suma formalidad sartorial a la colección que busca también un espacio para piezas de aires deportivos.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
