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Para el cierre del segundo día de actividades de la semana de la moda de Milán, Emporio Armani nos ofrece una cátedra de formalidad relajada, haciendo eco de las referencias marineras en estilismos únicos a dos tonos en los que el blanco y el azul son protagonistas.
Como en cada presentación, Armani toma como referencia un deporte, y ahora apunta al mar como una fuente de inspiración en la que los detalles son lo más importante: como jerseys de lana con anclas bordadas al pecho, sombrero de marinero y boinas con detalles a rayas y chaquetones impermeables característicos de los trabajadores del puerto.
Haciendo una referencia al urbanismo siempre presente también en sus colecciones, los zapatos dejan ver placas de metal en la parte de las suelas, combinándose con estructuras de inspiración arquitectónica de chaquetas biker, parkas y abrigos para la lluvia que evolucionan de los tonos negros al greige, para después conquistarnos con el blanco impoluto de prendas de ski listas para dominar los deportes de nieve.
Para el magistral cierre, el detalle de lujo no puede faltar, y fueron las prendas intervenidas con aplicaciones de piedras las que se robaron el total protagonismo del desfile, al llevar la esencia de los uniformes marineros a un terreno de sofisticación pura en la que el denim embellecido con broches también tiene cabida.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
