Regresando de una forma triunfal a la Gran Manzana, Alejandro Palomo vuelve a conquistar con su romántica visión de la moda masculina la semana de la moda de Nueva York.
Bajo el nombre "Cruising in the Rose Garden", esta colección deleitaba a una ligeramente escandalizada audiencia, que se sumergía en el ámbito de los encuentros discretos en busca de inspiración e imagina un mundo en el que las identidades pueden expresarse sin ser juzgadas y en el que se encuentran momentos de éxtasis. Es una celebración del amor y del deseo, donde los individuos buscan consuelo y placer en los brazos del otro, apreciando la belleza y la diversidad del deseo humano.
Su desfile Primavera-Verano 2024 es una clara referencia a la nueva forma de vestir del hombre, con camisolas, pantalones de claqué, batas de cama e incluso calzoncillos ribeteados con cintas que tenían una notable ligereza.
Como en cada una de sus colecciones, los detalles siempre reflejan una gran esencia histórica, como los lazos en las mangas que parecían haber sido algo prestado de los cuadros de Velásquez.
A Palomo le encantan los adornos históricos, y esta temporada se centró en la era del jazz a través de vestidos estilo flapper y tocados de plumas, como si Gatsby y Daisy se hubieran fusionado, dando como resultado una belleza híbrida.
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