Innumerables cadenas de ganchillo se entrelazan, recordando los manteles de reliquia apreciados de generación en generación. El mar también susurra su historia, ya que las conchas marinas se elaboran meticulosamente utilizando antiguas técnicas de orfebrería.
Contempla las cortinas de Magna Graecia, adornadas en blanco leche, tonos arena y beige suave, otorgando un aire de sofisticación y lánguida elegancia a un hombre de otra época.
Bañada en una fascinante extensión de un blanco deslumbrante, la ciudad cuenta una historia legendaria sobre cómo repeler a los enemigos del mar, su vista vencida por su brillo. Dentro de su abrazo encantador se encuentra un laberinto cautivador de patios, plazas encantadoras, escaleras estrechas y callejones sinuosos que se cruzan y zigzaguean, cada camino no conduce a ninguna parte.
La calle principal, Via Cattedrale, asciende hasta la cima de la colina y ofrece un panorama majestuoso que abarca la exuberante vegetación de Olive Plain y el azul infinito del mar Adriático.
Este encantador laberinto blanco, adornado con tonos cálidos ocasionales de beige y marrón, sirve tanto de inspiración como de telón de fondo para la expresión artística de Alta Sartoria.
Fusión de técnicas y artesanía, estas creaciones hechas íntegramente a mano rinden homenaje a la tradición artesanal consagrada al tiempo que narran la cautivadora historia de un territorio querido.
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