La sastrería, elemento distintivo de Carlota Barrera, se aborda desde una nueva perspectiva para la presentación de su colección Primavera-Verano 2024 a través del layering. Patrones simples y atemporales se combinan en superposiciones, mangas y perneras dobles, creando siluetas clásicas que se convierten en piezas versátiles y fáciles de llevar.
Tras su vuelta a España, Carlota Barrera emprende un viaje de regreso a su lugar de origen y a la década de los años 90 en la que nació. Marcada por los extremos, las contradicciones y la renovación de los códigos y estándares sociales, la década que inspira a esta colección se basa en los pensamientos de reflexión y libertad que caracterizaron esa época.
Calle, asfalto y una mezcla de influencias culturales, musicales y urbanas como Patti Smith o Kurt Cobain, dan lugar a piezas que hablan de libertad creativa, autenticidad y fluidez, fusionando lo mejor de la formalidad con la esencia liberadora del grunge.
Actualmente la marca trabaja con cuatro talleres en Madrid, con quienes comparte valores y pensamientos comunes: “La artesanía, el oficio y el trabajo con las manos han perdido valor”, afirma el equipo de Carlota Barrera. Por eso, la marca inicia un debate que pretende formar parte de una nueva cultura que mantenga y perpetúe la importancia de la tradición y la herencia del oficio, para que todxs podamos aprender del pasado y proyectarnos a un nuevo futuro.
Carlota Barrera abre las puertas de su Studio en Madrid para la documentación del procesode producción de la colección. Se une a Querida y a la productora Mañana, creando un film dirigido por Guillem Cruells que amplifica las voces de los profesionales que forman parte de la marca y Nicolás Feriche es quien recoge en imágenes todo el proceso de desarrollo de Spring Summer 2024.
Imágenes | Cortesía | Carlota Barrera