En una pasarela diseñada en los pasillos interiores de Copán, el proyecto Ponto Firme desfiló una exquisita colección con el crochet que hizo famoso a este colectivo como base para las camisetas de tirantes que fueron bordadas con muchas capas de corte láser de plásticos y metalizados, rígidos o flexibles.
La inspiración de esta colección son las imágenes de avatares creados por inteligencia artificial, que dominaron las redes sociales no hace mucho. Y a partir de entonces, el grupo de 30 artesanos reunidos por el estilista Gustavo Silvestre materializó las creaciones multicolores y tridimensionales a través de su arduo trabajo manual.
El grupo formado por exprisioneras incluye ahora también a alumnas de la escuela que se montó con mujeres refugiadas e inmigrantes rescatadas de trabajos similares a la esclavitud en la industria de la moda y mujeres trans en situación de vulnerabilidad social.
Jóvenes de la periferia de Sao Paulo del colectivo Artesanato Chave también participaron con accesorios y gorros de ganchillo, contribuyendo también a las producciones de los más coloridos looks de la pasarela.
Imágenes | Cortesía | SPFW