Fernanda Yamamoto es conocida por sus referencias asiáticas, pero también por su gran atractivo en las formas, incluso entre la gente madura. Un elenco de amigos y clientes de diferentes edades, cuerpos y estilos desfilaron looks hechos a la medida para cada uno de ellos, personalizados no solo en silueta sino también en personalidades.
Son verdaderas esculturas construidas con telas plisadas y muchos detalles en el bordado de pedrería o recortes de tela cuadrados, a veces simétricos, a veces huecos. Básicamente en blanco y negro como base, pero con pequeños puntos de color.
El acabado de todo revela el cuidado del proceso artesanal, al mismo tiempo que es posible imaginarlos en la tienda y en la calle.
En los complementos, las joyas fueron desarrolladas por Carlos Penna a partir de los pliegues del modelado. Las gafas con lentes de colores de la colección fueron personalizadas por Moon Eyewear.
Imágenes | Cortesía | SPFW