Creado en 1931, el Reverso fue uno de los primeros relojes de pulsera desarrollados específicamente para el deporte, gracias a una caja giratoria diseñada para protegerlo en los campos de polo, aunque su atractivo se extendió mucho más allá del ámbito deportivo.
En 2023, el nuevo Reverso Tribute Chronograph rinde homenaje a las raíces del Reverso con la complicación deportiva por excelencia: el cronógrafo. El nuevo calibre 860, inspirado en el primer Reverso Chronograph de 1996, perpetúa el espíritu innovador que impulsa a Jaeger-LeCoultre desde hace 190 años a través de un diseño que combina un cronógrafo con indicación de la hora en las dos caras.
El Reverso Tribute Chronograph rediseña y reinterpreta el innovador Reverso Chronograph de 1996. El modelo anterior fue uno de los seis Reversos especiales desarrollados en el transcurso de una sola década, cada uno de ellos diseñado en torno a una expresión totalmente inédita de las grandes complicaciones relojeras clásicas. A partir de 1991, tras el 60.º aniversario del Reverso, estas piezas marcaron un hito en el renacimiento de la relojería mecánica tras la crisis del cuarzo.
El movimiento de calibre 829 del Reverso Chronograph de 1996 no solo fue el primer movimiento de cronógrafo en caja rectangular de Jaeger-LeCoultre, sino también el primer cronógrafo integrado de cuerda manual desarrollado desde cero en la era posterior al cuarzo, un testimonio notable de la creatividad y la destreza técnica de la Manufactura
Con una frecuencia de 28 800 alternancias por hora, el calibre 860 incorpora un cronógrafo de rueda de pilares con embrague horizontal, elegido en lugar del habitual embrague vertical para reducir el grosor total del movimiento. Para mostrar las horas y los minutos, tanto en la esfera delantera como en la trasera, el movimiento acciona dos juegos de agujas que deben moverse en direcciones opuestas para indicar, en ambas caras, la hora de forma correcta en el sentido de las agujas del reloj.
El calibre 860 ofrece una reserva de marcha de 52 horas, incluso teniendo en cuenta la gran demanda de energía de un cronógrafo retrógrado que combina dos indicaciones horarias. A pesar de esta complejidad y de sus no menos de 300 componentes, el movimiento rectangular respeta la filosofía de elegancia de Jaeger-LeCoultre y se adapta a una caja de menos de 10mm de grosor.
Imágenes | Cortesía | Jaeger-LeCoultre