Reinterpretando piezas que tienen su origen en la estética del grunge, Isabel Marant presenta una colección de invierno en la que la despreocupación se apodera de prendas clave para la temporada, contrastando tejidos clásicos con texturas metalizadas.
Chaquetas bomber, cárdigans de punto, jeans teñidos de rosa y forros de borrego sintéticos se aprecian como parte de una visión sustentable y moderna para la marca, en la que los patrones geométricos se hacen presentes para dinamizar una colección hecha para conquistar la calle.
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