Como una gran forma de cerrar su historia en Gucci, Alessandro Michele ha presentado en el primer día del calendario de la semana de la moda de Milán, el desfile con el que la firma italiana regresa a las filas de las presentaciones masculinas.
En esta colección, el espíritu disruptor del director creativo queda de manifiesto al presentar piezas de sastrería amplias, acompañadas de básicos como camisetas de algodón y sobreros de punto.
Sin dejar de lado la herencia sartorial de la marca, los abrigos oversize hicieron aparición en el desfile, dándole a la propuesta ese aire de desenfado al apostar por las solapas amplias, los puños vueltos y los hombros sin estructura a los que Michele nos tiene acostumbrados.
Para no perder el factor sorpresa, en la colección también se vio una falda con abertura pronunciada, así como unos jeans que combinaban el denim con el algodón en motivos esampados por demás llamativos.
En cuanto a los accesorios, los complementos de piel se vieron más austeros que nunca, incluyendo las bolsas de mano en tonalidades sobrias (desde el marrón hasta el negro), pero, sin duda, destacaron las botas de piel de caña alta con tacón cuadrado que dejaban ver el monograma de la marca.
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