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Como una culminación de los desfiles de este año, que dieron inicio durante un amanecer de invierno en el puente Alejandro III; luego continuaron su viaje por Granville y Charleston en un cálido día de verano, para acabar esta noche en la gran pirámide, en Egipto, un lugar en el que se transmite la idea de un futuro surgido del pasado, Kim Jones, director artístico de Dior Men, presenta su colección de otoño-invierno 2023 combinando el pasado, el presente, pero, sobre todo, el futuro de Dior.
En esta colección encontramos una gradación de grises que da paso a una paleta de colores que evocan el desierto para looks de día o de noche, con toques de una puesta de sol potente que también hacen acto de presencia. Existe un movimiento entre las estrellas más cercanas a nosotros y las que están en galaxias muy distantes.
Como si de una estratificación de la historia se tratara, la ropa también tiene capas con diferentes texturas; la ropa de abrigo y los accesorios se unen y crean una protección envolvente. La libertad y la fluidez son esenciales en esta historia de la vida, que se encuentra en constante movimiento. Desde las transparencias de jacquard técnico intencionadas, que revelan estructuras rigurosas en las prendas de sastrería y de ropa de abrigo, hasta las nuevas faldas escocesas de lana con aspecto de crin, originadas a partir de la falda plisada al bies de un vestido de los archivos de Dior de los años cincuenta llamado Bonne fortune.
Se trata de un guiño a una prenda masculina de antaño y, a su vez, forma parte de un nuevo lenguaje técnico como prenda pensada para llevar encima de otras. Los bolsos y los zapatos unen fuerzas y se centran en el motivo Cannage, así como en los rombos, en una combinación de técnicas y texturas contemporáneas, como paneles de neopreno de alta frecuencia, moldeado por inyección y acabados de metal anodizados.
Imágenes | Cortesía | IMAXTREE
