By
La historia de Oris es diferente a la de otras compañías relojeras suizas: comenzando en 1904 con dos relojeros, Paul Cattin y Georges Christian, quienes tras un largo camino encontraron en Hölstein, un pueblo sin pretensiones ubicado en el hermoso valle de Waldenburg, el emplazamiento perfecto para iniciar su historia. Sumado al idílico paisaje, lo que les llevó a decantarse por esta magnífica ubicación fue una pequeña ruta ferroviaria de apenas 13 km, denominada Waldenburgerbahn.
En su honor, Oris se enorgullece de presentar el Waldenburgerbahn, un reloj limitado a 1.000 piezas, inspirado en el buque insignia de la marca, el Big Crown Pointer Date.
Presentado por primera vez en 1938, este modelo no ha parado su producción desde entonces, convirtiéndose en una icónica pieza atemporal de la historia de Oris, al igual que el Waldenburgerbahn.
Este es un lanzamiento muy especial, que acerca fechas con la reapertura el próximo mes de diciembre de la red ferroviaria que, tras permanecer 18 meses cerrada, vuelve una vez se ha dotado de lo último en tecnología. Una vez más, los empleados de Oris podrán llegar al trabajo utilizando este medio de transporte alternativo y bajo en emisiones de carbono, lo que ayudará a cumplir con el programa Oris Emissions Reduction Programme, uno de los compromisos de la firma para continuar con su andadura sostenible.
El reloj se presenta con caja de acero de 40 mm, bisel acanalado y cristal de zafiro abombado sobre una esfera negra con grandes cifras arábigas luminosas y escala de “minutería ferrocarril”. Se nutre del Oris Calibre 754, que alimenta la característica función Pointer Date, con la aguja central roja apuntando a una escala de fecha que recorre el contorno de la esfera. Culmina con una correa marrón oscura de piel de ciervo sostenible, propio del socio de Oris Cervo Volante.
Esta increíble pieza de relojería está disponible a partir del 8 de noviembre de 2022 aa un precio de 2,100 euros por pieza.
Imágenes | Cortesía
