La colección Otoño-Invierno de Avellaneda nace a partir de una imagen: el degradado de colores intensos, del violeta al naranja, que siempre he visto en las tardes mediterráneas y que traducen mi idea de la moda.
Tomando como referencia un efecto tan cautivador como la imagen del sol poniéndose detrás de un rascacielos, a Juan Avellaneda siempre le han apasionado los colores intensos y difíciles de definir, que son los que vemos en el cielo y en ciertos tipos de flores.
Además, en esta colección ha querido dar un giro más a diseños a los que llega de forma intuitiva y que son ya clásicos imprescindibles del lenguaje Avellaneda: desde el esmoquin hasta el abrigo largo para causar el golpe de efecto definitivo.
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