El actor Nicholas Braun posa para Jennifer Livingston en la edición de julio de British GQ

La sucesión ha vuelto. Por poco. Y eso significa el regreso del bromance más horriblemente disfuncional de la televisión y la estrella que discretamente podría convertirse en el último tiburón nadando en el estanque de la familia Roy. Aquí, sobre la ansiedad, la ambición y los Crocs tachonados, encarnando la "vida de los cuernos" para su nueva película Zola y escribiendo el primer mega éxito de pandy-pop, Nicholas Braun está a punto de hacer su movimiento. “Solo quería ser como, 'Hombre, gracias por el entretenimiento'”, recuerda Braun. "Parecía un idiota". El vlogger cambió drásticamente su tono, ya que era un gran admirador de Succession. Luego, las cosas se pusieron realmente raras: apareció Jon Bon Jovi, el invitado del vlogger y también, se supo, un fan de Braun, y luego el más improbable de los tríos comieron pizza juntos al costado de la calle. "Supongo que por eso Succession es una locura a veces, porque eso no sucede a menos que él diga, '¡Eres el primo Greg!'". Solo en Nueva York, solo en una pandemia, solo cuando estás en el mejor programa de TV.