Can Yaman, el caballero seductor para Vanity Fair Italia por Nima Benati

El conserje del Hotel Eden de Roma, el legendario lugar de la Dolce Vita romana, hacía tiempo que no veía estas escenas: niñas y mujeres de todas las edades estiradas hasta Can Yaman que como caballero, combina lo clásico y lo estatuario. Cánones de un dios griego a los más salvajes y aventureros de Sandokán, que les sonríe con una sonrisa que abre abismos y los resuelve al mismo tiempo. Lo llaman "fenómeno" por los números que mueve (más de ocho millones de seguidores en Instagram, fan pages apasionados, atentos, devotos), por los pensamientos indecentes que despierta, por el objeto de deseo y el modelo de valores que de repente se convierte en un femenino dedicado y variado: la abuela que lo querría como nieto, la estudiante de secundaria que sueña con él como esposo, la madre que lo imagina junto a su hija. Pero su amor es (casi) todo por Diletta Leotta, a pesar de los rumores de una presencia verdadera, casi militar en su existencia, que lo llama cuando está en el set de este servicio para compararlo, aconsejarlo. Es un ir y venir de mensajes e iluminarse en el rostro de la nada, al visualizarlos.