Ansu Fati (Bisáu, Guinea-Bisáu, 2002) llega acompañado de su hermano Braima (también futbolista, luego hablaremos de él: su relevancia en la historia es amplia) y su representante, aunque más tarde se sumarán otros allegados, familiares y profesionales, de la joven perla del FC Barcelona. Viene directo desde la Ciudad Deportiva, donde acude cada día a trabajar en la recuperación de su rodilla izquierda. Ansu lleva lesionado desde el pasado 7 de noviembre debido a una rotura del menisco interno que se produjo en un partido de Liga contra el Real Betis. El contratiempo ha clavado un paréntesis en una trayectoria explosiva que comenzó en Herrera, un pueblo de 6.500 habitantes de la provincia de Sevilla, hace poco más de una década.
“Tuve la posibilidad de jugar con Portugal, pero me he criado en España, es donde he vivido y es todo lo que conozco. Mi padre me dijo que decidiera yo, que eligiera donde me sentía más cómodo, y elegí España”