Tom Holland para Esquire USA en fotos de Robbie Fimmano

A finales de otoño de, TOM HOLLAND estaba acostado de lado en el piso de una celda, sudando, convulsionando y vomitando sangre. Su cabello castaño oxidado había sido afeitado; sus ojos típicamente sonrientes estaban hundidos. Con un uniforme de prisión de color caqui que colgaba suelto de su cuerpo, se balanceaba hacia adelante y hacia atrás en el suelo, golpeando su cabeza contra el cemento varias veces en el proceso. Entonces los directores llamaron, "¡Corten!" Holland, el actor británico de veinticuatro años mejor conocido como el amigable vecindario de Marvel, Spider-Man, el héroe de rostro dulce del universo cinematográfico en constante expansión, fue el personaje de Cherry, una película de próxima aparición en la que interpreta a un ejército. médico que regresa a casa de la guerra de Irak con PTSD no diagnosticado, desarrolla una adicción a la heroína y comienza a robar bancos. Después de filmar la escena que tiene lugar en la cárcel, Holland estaba un poco mareado pero aún satisfecho con su actuación, por lo que hizo lo que cualquier joven haría en un momento de orgullo: envió las imágenes de él mismo retorciéndose en la celda a su madre. “El mayor error jamás cometido”, dice ahora, sonriendo. “Yo estaba como, 'Así es como va mi día', y ella estaba furiosa conmigo. “Supongo que no estaba pensando bien y dije: '¿Sabes a quién le gustaría ver esto? Mi mamá '. En retrospectiva, fue algo realmente estúpido haber hecho ". Continúa: "Creo que cuando mi madre va a ver mis películas en particular, las cosas que más le gustan son los momentos en los que dice: 'Oh, ese es mi pequeño'. Pero en esta película no hay nada de eso". Ha pasado más de un año desde que Cherry se envolvió, y ahora que el color ha vuelto a sus mejillas, su madre lo ha perdonado. Pero a sus amigos y familiares les tomó algún tiempo acostumbrarse a la idea de que él encabezara este tipo de película, que se basa en la novela del mismo nombre de Nico Walker, un ladrón de bancos de la vida real convertido en un favorito de la literatura.