Hay una cosa que une a los actores y los músicos: consiguen hablar sobre sí mismos como el ojo de un universo perpetuado por su propio magnetismo. Con sólo 23 años, Arón Piper (medio alemán, medio español; criado en Luarca, Asturias) tiene un pie en ambos mundos. Uno, delante de las cámaras en exitazos de Netflix; otro, dentro de estudios de música compartidos con raperos, cantautores y productores. Arón es un personaje complejo, a veces contradictorio y en parte enigmático; algo que hipnotiza a su creciente audiencia de Instagram de casi 13 millones de seguidores. Arón es diferente. No parece estar interesado en alimentar su propio ego ni en hablar interminablemente sobre sí mismo. Quizá, por eso, nunca ha concedido una entrevista tan sincera y abierta como ésta. Durante los últimos tres años no ha parado, dividiendo su tiempo entre el desarrollo del querido personaje Ander Muñoz (Élite), la composición y grabación de hasta 60 canciones para una incipiente carrera musical (muchas de las cuales se lanzarán en los próximos meses), bailar en campañas de moda para marcas como Lacoste y, más recientemente, canalizar una adolescencia complicada en su papel como Iago Nogueira para la nueva serie de Netflix El desorden que dejas, creada y dirigida por Carlos Montero y que se estrena el 11 de diciembre. Si bien muestra pocas señales de desaceleración, cuando se permite una pausa, Arón prefiere hablar sobre cosas más grandes e intangibles: ideas, emociones y sus posibles implicaciones futuras.
"Si te pilla una fama tan potente estando solo, te puedes equivocar, porque te nacen amigos de todos lados."