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No hace mucho, Pharrell Williams consideró necesario confirmar en una entrevista, recogida por CNN, que no es un vampiro. La sugerencia no se relacionó con su producción creativa sobrenatural en la composición, interpretación y diseño de moda. Se trataba de cómo Williams, de 47 años, a punto de entrar en su quinta década, se ve como un tipo más joven a la mitad. Sus pómulos angulosos son reliquias de su abuela. Su padre le dio ojos almendrados. La admiración por su talento como músico e intérprete siempre ha estado acompañada de una preocupación por su buen aspecto y su rutina de cuidado de la piel. Y su inclinación filosófica sensible se aplica a todas las categorías de sus actividades. “A veces necesitas limpiar tu espíritu”, dice. “A veces necesitas limpiar tu mente. A veces solo tienes que deshacerte de un poco de piel muerta". Más tarde me llevará a dar un paseo en bicicleta, pero por ahora aparece a través de Zoom en el medio de su cocina blanca de Miami, del tamaño de un hangar de avión, para hablar sobre su nuevo proyecto: una línea de productos para el cuidado de la piel desarrollada. con su dermatóloga de toda la vida, Elena Jones. "¿Estás viendo esto?" dice con el tono de un padre orgulloso, llenando la pantalla con una botella rechoncha del color de la hierba recién cortada. La palabra “Humanrace” salta del empaque.
