Los momentos de confinamiento y de pausa en nuestras actividades nos sirvieron para pensar con detenimiento el qué había que cambiar, y uno de ésos aspectos era principalmente el de la moda. La industria más contaminante del mundo y la que a más velocidad corre se paró en un total shock en donde compradores, diseñadores y demás partícipes del núcleo tuvieron clara una idea: volver a lo esencial. Dejar de crear y empezar a re-utiitzar. Bajo esta premisa nace Copernico.mx, la iniciativa de José Larrañaga, un chico que vio el intercambio comercial de la frontera de Tijuana y San Diego para hacer que la ropa tenga una segunda oportunidad, cobrando una nueva vida en quien la lleva.
¿Cómo nació Copérnico.mx?
Nació por el gusto de comprar ropa de segunda mano o pre-loved. En Tijuana hay muchos bazares de ropa, pero en su mayoría se enfocan en vender ropa de mujer. Las opciones para hombre son muy pocas o poco conocidas.
¿Por qué enfocarse en la ropa de segunda mano cuando el mercado de la moda masculina crece en cuanto a las ofertas de nuevas marcas, firmas y diseñadores?
Porque siento que, a través de la ropa de segunda mano, se puede generar un impacto positivo en el medio ambiente. No hay prenda más sostenible que aquella que ya existe.
La pandemia por COVID-19 hizo que el mundo de la moda se paralizara por completo, ¿crees que esta pausa fue ideal para que las marcas y los consumidores consuman lo ya producido?
Definitivamente. Creo que esta situación ha hecho que todos volteemos hacia dentro. Somos más conscientes con nuestra comunidad de diseñadores y artistas y se incentiva más el consumo local.
¿Cómo eliges las prendas que decides poner a la venta?
Me baso en las tendencias actuales. Leo blogs, investigo en Pinterest, en revistas. Después hago una lista de prendas y salgo de cacería (así le digo) a otros bazares, tianguis, etc. Al momento de comprar la ropa, reviso que la tela no tengas manchas o agujeros y trato de adquirir un poco de cada talla.
¿Vivir en una ciudad fronteriza ayuda a que encuentres ropa de calidad y a bajo precio?
Diría que sí. Existen muchos vendedores de prendas y marcas outlet a pocos minutos de cruzar a Estados Unidos, lo que facilita el encontrar piezas de muchas marcas y a varios precios.
Recientemente la estética e inspiración retro (sobre todo de los 90's) tuvo mucho auge en un público joven, ¿A qué crees que se deba que la generación millennial se sienta atraída por una nostalgia que no vivieron?
Como parte de esa generación nostálgica, puedo decir que tal vez por lo sencilla que parecía la vida en aquel entonces. El Internet no era lo que es hoy, no existían las redes sociales. Siento que los momentos eran valorados de otra manera.
¿Crees que el vintage ayude a que diseñadores vuelvan a poner en stock sus piezas no vendidas o que las usen para aprovechar los textiles que pueden reutilizar?
Diría que sí, la moda es cíclica. También el upcycling es una tendencia que cada vez toma relevancia al momento de crear o reinventar prendas.
¿Buscas hacer que la gente conecte con la ropa emocionalmente antes que estéticamente?
Sí, a pesar de que busco inspiración en tendencias, solo las promuevo como un complemento. Lo que realmente me gustaría es que las personas conecten con su estilo y se sientan cómodos.
¿Cuáles son las prendas que más han tenido éxito o que más buscan?
Los jeans y camisas con estampados son las piezas más buscadas
¿Cómo ves a tu proyecto a futuro? ¿Una tienda en línea, un espacio físico, abriéndote a la búsqueda de más marcas?
Me gustaría tener un espacio físico y online. También me gustaría tener la posibilidad de comprar la ropa que otras personas ya no quieren. También me gustaría colaborar con diseñadores locales para tener una línea de prendas anual.
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