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Después de ganar su primer Super Bowl, se suponía que el mariscal de campo de los Jefes de Kansas City, Patrick Mahomes, tendría un verano sencillo: primero firmar un nuevo contrato de gran éxito. Luego prepárate para repetir. Pero cuando una pandemia dio paso a un movimiento de protesta que implicó a la NFL, la estrella más brillante del juego comenzó a encontrar su voz y a demostrar que es tan hábil fuera del campo como lo está en él. Patrick Mahomes llama justo a tiempo. Cuando suena mi teléfono, el código de área parpadea "Tyler, Texas", donde creció el joven mariscal de campo de los Jefes de Kansas City. Es principios de junio y es un punto crucial en una temporada baja que ya es trascendental. Sea lo que sea lo que esperaba al salir del campo en febrero, un ganador por primera vez del Super Bowl, coronación completa, celebración en el horizonte, se vio afectado por una pandemia generacional. Y ahora, las protestas históricas agitan el país. Han pasado dos semanas desde el asesinato de George Floyd por la policía de Minneapolis, y Mahomes, de 24 años, todavía está tratando de entender el momento.
