Nunca un budín de chía despertó tanto interés. La receta es viral en redes. Solo en Facebook suma más de once millones de reproducciones. “Este video puede ser inapropiado para ciertos usuarios”, se interpone YouTube. Pero con eso no parece ahuyentar a nadie: desde hace cuatro años, Franco Noriega suma más y más likes licuando semillas frente a cámara desde su cocina, cubierto apenas con un calzoncillo bóxer gris. “Si puedes concentrarte en la receta, deberías hacerla, porque es deliciosa”, me recomienda por teléfono desde su departamento en Manhattan. Influenciador, sí, pero antes nadador, surfista, actor, modelo, diseñador, cantante, cocinero y restaurateur, o “naked Peruvian chef” [cocinero peruano desnudo], para emplear el título que mejor identifican los buscadores, debido al resultado de la imagen multiplicada en tutoriales, portadas y apariciones televisivas: el torso cubierto solo con un delantal de cocina. “Nunca pensé en esta manera ‘sexy’ de hacer los videos: yo quería enseñarle a todo el mundo que si comes bien, te vas a ver bien. Después se dio lindo en cámara y cuando ya se volvió viral… ¡guau! Conozco mi cuerpo y siempre he procurado darle el mejor alimento posible. En mis recetas busco compartir un estilo de vida, porque un montón de gente me pregunta: ‘Franco, ¿cómo haces para verte así?’”. Nacido a la vera del Pacífico, en el barrio limeño de Miraflores, donde creció aspirando la fragancia del mar que todavía añora, Noriega se instaló en Nueva York hace diez años, a los 20, con el proyecto de estudiar actuación. Un encuentro con el célebre fotógrafo Mario Testino fue su pasaporte al modelaje, con una campaña de Dolce & Gabbana, y la inmersión en el universo de la moda, al que sigue vinculado por historia y por proyectos. Posó para Louis Vuitton, Hugo Boss, Roberto Cavalli, Calvin Klein, entre otras marcas, hasta que el chef ganó la pulseada. “La vida se trata de cambiar. Hay gente que es reacia a hacerlo: a mí me encantan los cambios y los busco. Pero algunos giros fueron totalmente inesperados para mí. He pasado por el modelaje, después he visto el mundo de la moda desde el otro lado, como director creativo del área de Hombre de Macy’s. Y desde hace un tiempo me va superbién en el rubro de la cocina”.
“Conozco mi cuerpo y siempre he procurado darle el mejor alimento posible. En mis recetas busco compartir un estilo de vida, porque un montón de gente me pregunta: ‘Franco, ¿cómo haces para verte así?’”.