By
Hay ciertas cosas que son claras de inmediato sobre el músico y productor Steve Lacy: tiene una confianza anormal para un joven de 21 años. Él es guapo. Su carrera se basa en una combinación alquímica de serendipia, talento en bruto y visión, que, cuando se suman, dan como resultado una imagen bastante clara de un artista en la cúspide de algo enorme. Entonces mi corazón cae cuando me doy cuenta de que no voy a poder evitar preguntarle qué significa ser genial. Lo único menos genial que hablar sobre el significado de la frialdad es preguntarle a alguien por qué cree que es genial. Parte de su mística es el hecho de que Steve Lacy ha construido el tipo de carrera musical de bricolaje que suponemos que ya no existe, y lo ha hecho con una envidiable seguridad y madurez que lo han ayudado a mantener una asombrosa cantidad de control. en una industria que tiende a colocar el poder en manos de ejecutivos más que de artistas. Pero no es solo esto. Ya sea que esté produciendo, trabajando en sus álbumes solistas, colaborando con la banda de la que forma parte o prestando su característico tono de guitarra a discos de Solange o Kendrick Lamar o Vampire Weekend, el estilo musical de Lacy viene con capas de profundidad ambiental. Incluso una lamida rápida de guitarra o un bucle de teclado amortiguado transmite una emoción bien gastada y una comprensión matizada de los entresijos de la vida.
"La libertad es genial. La gente puede sentir tu libertad y cuánto te importa un carajo"
