El mes era diciembre y nos encontrábamos en una de las espaciosas suites del Chambers Hotel, en la siempre intensa y dinámica Nueva York. El equipo de producción ya estaba ansioso por comenzar cuando Daniel Radcliffe entró a la habitación. Portaba una gran chamarra verde y un gorro tejido. Apretando la mano de cada uno, dijo sonriente: “Hola, soy Dan”. Sí, Dan, uno de los actores más famosos de su generación. La mayoría de quienes estábamos allí formamos parte de esa generación que creció de la mano de Harry Potter, el mago que catapultó a Daniel a la fama internacional, y a quien hoy intenta dejar atrás. “Me da gusto que Harry Potter siga y que las nuevas generaciones lo admiren, pero creo que es bueno mantener la distancia”, reflexiona sentado frente a mí. “Hace 12 o 13 años podía decirte exactamente qué estaría haciendo a la vuelta de tres años, porque ya tenía todo programado. Hoy me gusta no saber qué sigue”. Aunque agradece esa etapa de su vida, para él es importante seguir adelante con nuevos proyectos y, sin duda, hoy tiene mucho más de qué hablar. Así comenzamos a platicar acerca de los proyectos que tiene en puerta para este año, y dejan claro que se le da bien la versatilidad. El primero de ellos es una obra de teatro que se montará en Londres, titulada End Game, en la que compartirá créditos con Alan Cumming. También participará en el final de la serie The Unbreakable Kimmy Schmidt, que se encuentra en postproducción. Hablando de cine, el británico aparecerá en una comedia de acción titulada Guns Akimbo, sobre un chico que confía en sus habilidades de gladiador recién adquiridas para salvar a su ex novia de un grupo de secuestradores, y en Escape from Pretoria, un drama basado en una historia de la vida real sobre la huida de una prisión sudafricana en los años 70.
“Si eres famoso a los 13 o 14 años, puede que llegues a los 20 y te des cuenta de que no te gusta la actuación. Entonces todos dirán que eres un fracaso. Pero soy suertudo, porque no fue mi caso y siempre estuve rodeado de buenas personas”.
"Intento escribir. La gente sugiere escribir sobre lo que se conoce, pero para mí es difícil, porque no es fácil que la gente se identifique con mi vida"