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Varias veces durante el año pasado, Henry Golding ha sido golpeado por los peculiares giros que ha tomado su vida. Una mañana, no hace mucho, por ejemplo, estaba en Los Ángeles, paseando por West Hollywood con unos vaqueros negros, una camiseta negra y gafas negras. Habiendo volado desde su casa en Singapur dos días antes, estaba un poco descompuesto por la cafeína y entró a una cafetería para tomar un capuchino helado. Cuando alcanzó su billetera, el cajero se sonrojó, sonrió, y se sonrojó un poco más; Parecía que, durante unos pocos segundos incómodos, había perdido la capacidad de hablar. Una vez que encontró su voz, le informó a Golding que su bebida era ortesía de la casa. "¡Porque eres increíble!", Exclamó. "¡Me encantó tu película, muchísimo!" Ahora Golding fue quien se sonrojó. La reacción parecía sincera, como si él estuviera tan genuinamente sorprendido, bueno, Henry Golding tanto como el cajero que iba a servir a Henry Golding. Pocos actores protagonizan una película tan grande como Crazy Rich Asians, el éxito de taquilla de Cenicienta en el sudeste asiático al que se refería el cajero, una cuenca cultural pop para los asiáticos en el cine y la comedia rom-com más taquillera en una década. Golding, antes de ser lanzado al liderato, nunca había actuado. Ahora, con tres películas que se estrenarán el próximo año, el actor de 32 años de edad se ha convertido en objeto de una apasionada experiencia y de fervientes especulaciones, un actor cuyos envidiables dotes genéticos, su carisma sano y su herencia británica-malaya lo tienen preparado para convertirse en el primer líder asiático romántico genuino de Hollywood.
