Marc Gasol para Esquire España por Amar Daved


Marc Gasol recibió la noticia por teléfono el pasado 13 de febrero. Le llamó el presidente de los Memphis Grizzlies, Robert Pera, para comunicarle una resolución que ya forma parte de la historia de la NBA. “Pera había decidido mi traspaso a losToronto Raptors y me siento agradecido por ello. Mi relación con él sigue siendo muy buena. Es un propietario joven y hemos crecido juntos”, nos manifiesta el mediano de los Gasol por vía telefónica desde Toronto. El pívot catalán, considerado uno de los mejores jugadores de la última década, ha vestido durante once temporadas la camiseta de los Memphis Grizzlies. Nada más aterrizar en el conjunto, en julio de 2008, su entonces entrenador, Marc Iavaroni, afirmó que la experiencia de Gasol en el baloncesto español y europeo le permitiría estar mejor preparado como novato. “Tendremos toda la paciencia que sea necesaria para su adaptación”, dijo Iavaroni. Nunca imaginó que aquella paciencia acabaría convirtiendo al catalán en una pieza clave del equipo durante años. Su figura ha sido tan grande en Memphis que colgarán su camiseta en lo más alto del pabellón para recordarle. Nunca un jugador español ha gozado de semejante reconocimiento en la NBA. A Marc no le pilló por sorpresa la llamada de Robert Pera. Sabía que existía la posibilidad de abandonar los Grizzlies. “Quieras o no, te vas preparando mentalmente para ello. La marcha aToronto es un cambio importante en mi vida. Dejo atrás a mis amigos, muchos recuerdos y también a la familia, aunque de forma momentánea”, dice. Su mujer debe terminar varios proyectos en Memphis, los niños van al colegio y tienen que cerrar la casa. “Mi familia no se puede permitir el lujo de hacer las maletas y venir al instante”, explica la nueva estrella de los Raptors. DeToronto, Marc señala que es una ciudad “cosmopolita y espectacular”, pero con las bajas temperaturas que hay allí difícilmente podrá tener un huerto como el de Memphis, donde cultivaba pepinos, cebollas, brócoli, tomates y zanahorias. “Además, vivo en el centro de la ciudad y hay poco espacio”, precisa. Donde sí conserva el huerto es en su casa de Castelldefels (Barcelona), considerada una de las más espectaculares de todo el pueblo. Allí se le puede ver durante las vacaciones de verano comiendo, en los mejores restaurantes de la playa, con su hermano Pau y su amigo exblaugrana Juan Carlos Navarro. “En Castelldefels también disfruto de los paseos en familia y me entra el mono de la competición. Competir es adictivo”, manifiesta.



“Los vecinos estaban habituados a nuestros saltos. Usábamos como canasta hasta la cesta de la ropa”


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