Antonio Banderas entre color, arte y moda para GQ España por David Gómez Maestre

Empezaremos por el final. "Jugar". Es lo que dice Antonio Banderas antes de despedirnos. Y lo repite un par de veces. "Ésa es la clave de todo: jugar. Apúntalo". El actor andaba buscando una palabra para redondear una charla interrumpida por cada una de las fotos que ves en este reportaje y ésta resultó la más adecuada. Entre cambio y cambio, más que preguntas, le lanzábamos ideas que él recogía como en un juego y las devolvía envueltas de argumentos, teorías, recuerdos, gestos: el arte, el trabajo, el tiempo, la familia, el teatro, las mujeres, el amor… Antonio se toma cada cosa que hace con pasión, y aquí se incluye ese, para muchos a veces, incómodo hecho de contestar preguntas, y no es una exageración decir que Banderas es uno de esos entrevistados generosos que entra a todos los trapos. Salvo, en esta ocasión, a uno: "Mira, de política es lo único de lo que no quiero hablar. No me interesa. Me interesa la familia, los amigos, mi profesión, el arte, la literatura, la pintura, me interesa la solidaridad, la espiritualidad, me interesa el sexo, pero no la política. Eso está en el número 45, el 50, quizá en el 115 de mis prioridades. Tal vez hubo un momento en el que parecía que yo estaba muy preocupado por eso, pero ya no", zanja educadamente. Sin tratar de indagar más al respecto hacemos un resumidísimo balance de casi 40 años de carrera: este actor y empresario de 58 años ha pasado la barrera de las 100 películas y además de dirigir, producir, de haber hecho discos, vinos, perfumes; de ser imagen de casi cualquier cosa que puedas imaginar, de apoyar causas solidarias o medioambientales, de reinventarse como diseñador o montar un teatro en Málaga, parece haber vivido el doble o el triple de vidas que un tipo cualquiera de su edad.



"Me interesa más lo femenino que lo feminista. Pero ojo, entendiendo bien esto que digo, porque creo que todavía no se respetan los derechos de las mujeres y hay un montón de cosas que hay que salvar. Pero creo que un mundo gobernado por mujeres sería menos violento".

¡Deja tu comentario!