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En la era de Instagram, las experiencias se están convirtiendo en la clave para hacer una diferencia en el entorno físico real. Si bien las imágenes y los videos disponibles en los teléfonos inteligentes pueden ayudar a una marca a difundir su mensaje, un evento adecuado puede garantizar que los invitados regresarán a sus hogares con recuerdos y emociones especiales. Esto es lo que Dean y Dan Caten deben haber pensado cuando concibieron el formato de su desfile de otoño, con los invitados parados en la pasarela como en un concierto de música y bares que sirven bebidas. Y, de hecho, la música era genial: una mezcla de pop, dance y las canciones icónicas de Madonna. La cosa es que la gente no estaba allí para la banda sonora o las bebidas. Se suponía que estaban allí para ver la ropa. Incluso si las intenciones de Dsquared2 fueran nobles (ofrecer una experiencia divertida, entretenida y poco convencional durante la semana de la moda), el resultado no alcanzó la marca. Aquellos que lograron colarse entre la multitud fueron testigos de un pop, rock and roll, grungy, disco extravaganza. Después de presentar una colección antes del otoño centrada en piezas elegantes y portátiles, los hermanos Caten usaron su pista mixta de otoño para enviar un mensaje claro: Dsquared2 se trata de ir de fiesta, bailar y divertirse. La inspiración musical se tradujo en camisetas, camisetas, camisetas sin mangas y prendas de vestir exteriores urbanas salpicadas con heavy metal y estampados psicodélicos, así como vestidos; Mini, o mejor aún, micro faldas y parkas cubiertas con lentejuelas brillantes. Todo esto se combinó con una sensación de montañismo invernal.
Imágenes | Cortesía
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