Para celebrar 10 años en el negocio, Christopher Raeburn repasó las piezas que definieron su marca en la última década y las volvió a trabajar con confianza. Su estética deportiva y utilitaria aún estaba allí en amplias parkas con grandes bolsillos de carga, chándales de retazos, pantalones cortos de paracaídas y chaquetas de hojaldre, a menudo con complementos gigantescos que reforzaban el concepto de ropa como mecanismo de protección. Su enfoque práctico y sin complicaciones y su compromiso con el diseño responsable han ido adquiriendo una nueva relevancia en los últimos tiempos. Él quiere aprovechar este impulso al impulsar la agenda de sostenibilidad a un nuevo nivel. Junto a su hermano Graeme, quien recientemente se unió a la marca como su nuevo director de rendimiento, introdujo una serie de innovaciones y utilizó el reciclaje como un medio para estimular su creatividad.
Imágenes | Cortesía
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