Tres meses después de que naciera Bill Skarsgård a unos kilómetros de Estocolmo, se estrenaba la serie It, una de las más aterradoras historias creadas por Stephen King. Era 1990 y el mundo ya había temblado con las versiones cinematográficas de Carrie, El resplandor y Los chicos del maíz, por lo que la historia del payaso bailarín se esperaba con gran interés. Y en esa época, precisamente, el actor sueco Stellan Skarsgård, que ya contaba con un Oso de Plata en su haber, empezaba a darse a conocer más allá de la fría Suecia gracias a películas como La caza del Octubre Rojo, de John McTiernan, o Rompiendo las olas, de Lars von Trier. Bill era su cuarto hijo y los dos mayores también iban para actores. Así que el recién nacido parecía unirse a un doble destino: el de Pennywise y el de una familia como la de los Barrymore, pero en versión sueca.
“Mi padre nunca nos presionó ni animó para que nos dedicásemos a lo mismo que él. Tengo tres hermanos actores y cada uno nos hemos dedicado a esto por razones diferentes”, explica el intérprete a Esquire. “Yo lo decidí en la adolescencia y, por supuesto, mi padre me ayudó mucho”.
Fotografía - Amar Daved | Editor de moda - Álvaro De Juan | Cabello - Matthew Tuozzoli @ See Management | Maquillaje - Raul Otero | Actor - Bill Skarsgård