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Pierpaolo Piccioli quería separarse del mundo histórico de la belleza lacada de la casa Valentino y presentar un espectáculo en un almacén de concreto junto a un río donde los barcos descargaban su carga. Fue una declaración en que ha adaptado los códigos de la casa al mundo moderno con enfoque inteligente y con gracia. En este espacio original, el refinamiento de la ropa se destacó con un drama adicional, ya que la pianista Angèle David-Guillou interpretó su inquietante composición "Desert Stilts" en un reluciente Steinway negro con el acompañamiento de cuerdas animadas. "Me encanta la cultura de Japón", declaró Piccioli en un anticipo matutino de la presentación de la noche festiva. "Es tan moderno con un sentido de la tradición que es romántico, no nostálgico: es parte del presente". En un momento donde las sensibilidades culturales en el mundo de la moda están en alerta máxima, Piccioli exploró las sutilezas de su país anfitrión con su característica alma. elegancia y con el concepto de la modernidad apreciado en cada uno de los looks masculinos, en los que se ven siluetas alargadas y modernas, tonalidades totales de pies a cabeza y referencias a la logomanía y camuflaje de temporadas pasadas, con las que dota al hombre moderno de los elementos necesarios para lograr un perfecto armario de transición.
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