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En un gran estudio en el centro de Manhattan en un sombrío sábado pasado, lo hemos estado fotografiando durante más de seis horas y tiene una luz que atrapar. Sin embargo, a pesar de que el tiempo se acaba, es un profesional consumado. Hoult recorre un carrusel de salidas con una facilidad natural, incluso cuando nos encontramos con un traje de tartán grueso con dibujos de ardillas de aplicaciones funky, un traje que enviaría a un hombre menor corriendo hacia las colinas. Después de que hemos terminado, él hace las rondas diciendo adiós a todo el equipo con una amabilidad y gratitud poco característico de los actores con su potencial estrella. Está estrechando las manos, dando palmadas en la espalda, y aunque tiene poco tiempo, duda en irse hasta que esté conectado con todos. Cuando nos acomodamos en un par de sillones para charlar, hay una tarjeta de embarque que hace un agujero en el bolsillo de Hoult, pero aún así tiene una manera milagrosa de hacerte sentir como si fueras la única cosa en su agenda. Con tan solo 28 años de edad, el británico Nicholas Hoult ha desarrollado una fructífera carrera para desafiar las expectativas, pasando de grandes éxitos de taquilla a romances independientes y biopics de pedigrí y viceversa. Su apetito por la novedad es voraz, pero mientras observa la próxima década de su vida, tanto profesional como personalmente, Hoult está rumiando en el camino que ha recorrido hasta aquí, mirando hacia las nuevas fronteras y observando su oficio. "Me gusta la variedad de mi trabajo", dice Hoult sobre lo que hace que vuelva a la pantalla. “Actuar es explorar diferentes cosas, tiempos, períodos. Es aprender nuevas habilidades, entender a diferentes personas. Con ciertos scripts, de vez en cuando leerás y pensarás, 'Lo entiendo'. No es que sepa exactamente lo que va a hacer, pero piensas: 'Entiendo esto. Creo que puedo traerlo a la vida' ".
