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Aamir Khan está limpiando sus pipas. No en serio. La estrella de 53 años de las películas de éxito de taquilla, ampliamente considerada como uno de los mejores actores del país, tiene una bandeja con unas ocho pipas delante de él, y está vaciando meticulosamente las cenizas y el tabaco sobrante de las que más recientemente fumó. Está limpiando el tallo, luego el tazón, luego vuelve a ensamblar cada uno antes de devolverle la bandeja a Amos, su asistente por más de 20 años. Amos no se muestra sorprendido ni impaciente mientras observa a Aamir repetir este proceso con cuatro tubos. Probablemente esté acostumbrado a lo que el propio actor describe con frecuencia como su "naturaleza obsesiva y delicada". Faltan pocas semanas para que salga su próxima película, Aamir está al límite. Thugs Of Hindostan marca su primer papel en dos años. Con un presupuesto de 42 millones de dólares, se considera que es la película hindi más cara que se haya hecho hasta ahora, y con ella se ha convertido en uno de sus sueños más antiguos: trabajar con Amitabh Bachchan. Aparentemente eso es mucha presión, incluso para el hombre más rentable de Bollywood. Hay susurros entre su equipo de que ha estado manteniendo horarios erráticos, con frecuencia está irritable y constantemente preocupado. Pero cualquiera que lo conozca por un tiempo te lo dirá, ese es Aamir Khan antes de cada lanzamiento. Explica la indiferencia de Amos ante la juerga de limpieza de tuberías prácticamente neurótica de su jefe.
