Salpicaduras de sangre azul. Así Ronaldo Fraga describió una de las pocas estampas de su nueva colección. "Porque todo el mundo cree que es diferente, mejor que el otro. ¿Crees que tienes sangre azul, no?" El tema del desfile era el conflicto secular entre palestinos e israelíes, un drama que ya derramó mucha sangre, siempre del mismo color, independientemente del lado. Pero el mensaje era universal y, en este momento, especialmente brasileño. "El lugar donde siento más la violencia hoy es Brasil. No podemos vivir así", dice Ronaldo. El camino es difícil, y él lo sabe, por eso afina su mensaje y pide lo mínimo, que ya significa mucho. "Mi desfile no es sobre paz. Mi desfile es sobre tolerancia". La tolerancia de Ronaldo Fraga viene acompañada de un deseo de amor y de una urgencia de diálogo. Los modelos - dos hombres, dos mujeres, parejas heterosexuales o viejos - desfilaban de dos en dos, uno de cada lado, se encontraban delante de los fotógrafos y se besaban. Después se sentaban en la larga mesa colocada en el centro de la pasarela para comer juntos. En la ropa, la idea era marcar algunas características de la vestimenta ortodoxa judía y árabe con accesorios como los sombreros usados por los judíos, o el pañuelo palestino pero, en general, proponer un look que podría ser común a ambas culturas. "Por eso la base de la colección es la camisa: ella viste a todos, palestinos e israelíes". Las típicas rayas azules usadas por los dos pueblos también aparecen en la colección con bordados artesanales, una marca registrada de Ronaldo, fueron hechos por las bordadoras Barra Longa (MG), cooperativa con la que el diseñador trabaja desde hace tiempo.
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