Alfonso Herrera, el actor mexicano con una carrera meteórica gracias a su participación en Sense 8, protagoniza el número de abril de OPEN Magazine México, en fotografías de Miguel Ángel Manrique y el estilismo desenfadado y elegante a la vez de Ilián Castañeda.
Empezaste en teatro hace 17
años y regresas al escenario con La sociedad de los poetas muertos. ¿Por qué
esta obra?
Tenía muchas ganas de trabajar
con Francisco Franco. Es un director sumamente completo que ha hecho proyectos
televisivos de muy buena calidad, entendiendo perfectamente el formato y los
tiempos. Su ópera prima –Quemar las naves– ganó dos premios Ariel y las puestas
teatrales que ha hecho me han gustado mucho. La adaptación que hizo de Todo
sobre mi madre al teatro me pareció increíble. Por otro lado, volver a trabajar
con Claudio Carrera y Tina Galindo me da mucho gusto e ilusión. Son personas
muy serias, que entienden perfectamente este arte y ésta es una puesta en
escena que nos ayuda a recordar qué es lo que realmente nos motiva, nos mueve y
nos inspira. La obra habla de poesía y tuve que adentrarme un poco más en los
románticos –Walt Whitman y Percy Bysshe Shelley– y conocer más de su trabajo porque
John Keating –el personaje principal–se apoya en esos poetas para inspirar a sus
estudiantes. Creo que la coyuntura que vamos a pasar este año es bastante
peculiar y una historia de esta naturaleza nos puede ayudar a recordar qué es
lo que nos mueve y preguntarnos ¿qué sacricaríamos para llevar a cabo eso que
nos gusta?
¿Cómo ves estas nuevas
plataformas y la oportunidad que dan de producir material sin las restricciones
de la tele abierta?
Creo que es una
buena oportunidad para democratizar los medios: ya puedes ver los contenidos en
el momento y en las plataformas que quieras. No necesitas estar sentado en un
momento especíico ni esperando a que alguien más dicte cuándo y con cuántos anuncios
los tienes que ver. Tus ojos tienen ya cierta libertad –por decirlo así– y eso es
algo que aplaudo enormemente porque todo mundo ha querido subirse a esa ola.
Antes de surgir #MeToo, que
sacudió a la industria del entretenimiento, tú estabas ya involucrado en causas
de reivindicación feminista como #HeForShe. ¿En qué momento se volvió importante
eso para ti?
El feminismo es una lucha
de derechos humanos y creo que todos somos iguales. Todos merecemos tener los
mismos derechos y no se debe hacer diferencias. Si yo tengo la oportunidad de
tener un micrófono enfrente para decir algo al respecto y apoyar éstas y otras
causas, pues adelante.
¿Qué hay del futuro?, ¿existen
planes para otra temporada de La ciencia de lo absurdo o para hacer cine?
Creo que sí. De hacerse, sería
ya una sexta temporada de la serie y si eso ocurre lo compartiremos en su
momento. Aparte de la obra de teatro, estoy planeando hacer una serie en México
y –terminando– un proyecto cinematográico.
“Formar parte de Sense8,
una serie con un contenido totalmente innovador y con dos directoras que
revolucionaron, en su momento, la forma de ver el cine con The Matrix ahora
abordando otros formatos– y ser uno de los primeros latinoamericanos sumándose
a esa ola, ha sido increíble”.