Sin duda más de una sola vez
has salido de paseo y regresado a casa cargado de bolsas con compras que no
tenías planeado hacer. No te preocupes, a todos nos pasa con más frecuencia de
lo que crees y tiene una solución sencilla si sientes el impulso de entrar
corriendo a una tienda al ver un gran escaparate brillante.
Si no sabes ni cómo ni cuándo
fue que ya estabas en la fila para pagar, es probable que hayas caído en las
garras de las artimañas que utilizan las tiendas para hacer que compres de
forma impulsiva: primeramente siendo atraído por los aparadores con los que
llaman nuestra atención con pantallas, y luces brillantes; es ahí donde
comenzamos a caer en su juego de seducción para después adentrarnos a un
ambiente agradable: música que le da una vibra atrayente a la tienda y hasta un
aroma indescriptible pero ‘rico’ que nos mantiene ahí dentro, y si es que no sabes cómo comprar ropa de forma segura y rápida a través de internet, te comentamos los pasos para que tu experiencia en línea y en tiendas sea la mejor del mundo.
¿Qué es lo que pasa? Que la
tienda atrae y mantiene dentro a compradores que llegan por decisión y a los
que caen ahí por casualidad. Si eres de los que conforman el segundo grupo,
debes saber varias cosas:
- En los escaparates hay dos puntos fuertes que los clientes perciben a primera vista que son la parte central y la superior izquierda, es por ello que los maniquíes estén casi siempre recargados de ese lado o de pie al centro.
- La música activa las sensaciones del cerebro: una canción relajada te invitará a que te quedes más tiempo en la tienda curioseando, mientras que uno más frenético y rápido te hará tomar decisiones más rápidas, lo que deriva en compras no deseadas.
- Otra de las estrategias más usadas por las tiendas es que desde los escaparates no se aprecia el interior de la tienda, obligando a la gente curiosa a entrar para descubrir productos que no están a simple vista.
- ¿Te has dado cuenta de que la luz de las tiendas es más blanca que en muchos otros lados? Es para que, en caso de que la tienda dé al exterior como una calle o corredor no puedas ver que tan oscuro o tarde se ha hecho afuera y pierdas la noción del tiempo.
¿Y si a mi sí me gusta ir de compras?
Por el otro lado están el tipo
de personas que con plena conciencia entran a una tienda a comprar, aunque al
final del día prácticamente lo hagan de forma impulsiva. Si te identificas más
con este grupo, debes tener varias consideraciones en cuenta:
- Verifica los precios: si la tienda a la que vas tiene catálogo en línea o aplicación para dispositivos móviles, puedes comprar ropa online desde la comodidad de tu casa sin sucumbir a la tentación de comprar más y más.
- Si andas en búsqueda de una prenda o accesorio en específico no te quedes con la primera opción. Baja aplicaciones o consulta tantas páginas como te sea posible para encontrar lo que en verdad quieres.
- A los maniquíes les queda perfecta cada prenda pero a nosotros no tanto. Cuando te midas cualquier tipo de ropa muévete libremente con ella puesta, así no sólo verás si te queda bien, sino que además te darás cuenta de cuánto te puedes mover al llevarla puesta.
- ¿Compraste un poncho que viste en una revista inglesa o un pantalón rojo porque tu blogger favorito lo posteó en Instagram? Acciones como querer imitar el estilo de otras personas totalmente incompatibles al tuyo son las que hacen ricas a cadenas de moda rápida. Cuando compres una camisa o un par de jeans, visualízalo con ropa que ya tengas en tu clóset.
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