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El actor mexicano Vadhir Derbez es una joven promesa del cine en México, más allá de llevar un apellido con gran peso en las pantallas del país, este chico demuestra que el estilo va de la mano con una gran carrera actoral en ascenso, algo que queda de manifiesto en páginas de la edición de Marzo de OPEN México.
Foto: Miguel Ángel Manrique
Estilismo: Mihaya Urtuzuastegui
Maquillaje: Javier Vinalay
Coordinación: Hilda Delgadillo
Dicen por ahí que el talento es invisible, pero cuando nos encontramos ante una personalidad carismática que defiende sus ideales y que desborda talento, las frases y convencionalismos quedan fuera de todo contexto. Hace casi 20 años que Vadhir Derbez ha estado activo en el mundo de la actuación y en este tiempo ha aprovechado cada segundo para demostrar sus dotes de músico y fotógrafo así como su astucia y calidez humana. Si bien es cierto que ha tenido una escuela impresionante gracias a su familia, también es de admirar el camino que él mismo ha elegido y construido.
¿Cómo entraste al mundo de la actuación?
Empecé a los 6 años, siempre he estado rodeado de ese ambiente en mi familia; mi abuela fue pionera de las novelas aquí en México, entonces empecé en papeles donde mi papá tenía algún programa y de pronto necesitaban un niño. Me decía: oye, ¿quieres hacerlo? y pues le entraba, ya después empecé a ir a clases, castings y a quedarme en mis propios proyectos, desde entonces me fue gustando bastante. Mi primera novela fue Cómplices al Rescate, en ese entonces tenía 10 años y desde ahí comencé a vivir diferentes etapas, ya hasta más grande me hice más selectivo con mis cosas. Paré a los 15 años, me fui 4 a estudiar y detuve totalmente todo lo de actuación, ahí pude elegir entre hacer una carrera totalmente diferente o seguir en esto y terminando la prepa me di cuenta de que sí quería continuar. Me seguí preparando, empecé de nuevo a trabajar en México e hice cosas en Estados Unidos y me sigue encantando, ahora estoy arriesgándome con la música, que es una gran pasión que tenía guardada.
¿Qué prefieres: cantar o actuar?
En actuación ya me siento muy cómodo por el tiempo que llevo haciéndolo, me siento más tranquilo llegando a un set, como que lo controlo más y sé lo que estoy haciendo; pero en cuanto al canto, todavía me pongo nervioso, es una faceta nueva en la que sigo agarrando tablas. Como que todavía me falta un camino muy largo por recorrer, aunque si llevo las dos posibilidades al exponente más grande, yo creo que la adrenalina que uno puede llegar a sentir al estar en un estadio repleto de personas que estén cantando tus canciones junto a ti, está increíble y no te lo da ninguna otra carrera.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu carrera?
Tiene cierta esclavitud y libertad muy interesantes, como que no tienes horarios de oficina pero de repente los días son más pesados y demandantes. Me han tocado todo tipo de proyectos: unos donde es más pesado y otros donde te la pasas increíble y todo es muy ligero, he aprendido que con cada proyecto te conoces más a ti mismo y con cada personaje llegas a madurar más; de hecho, todos los niños que actúan desde chavitos normalmente son muy maduros en algunas cosas aunque también se pierden de otras, a veces puedes volverte loco.
