Obtén un rasurado perfecto según tu tipo de piel con estos consejos

Si piensas que una piel grasa o muy reseca es sinónimo de una mala experiencia en afeitado, es porque no conoces las herramientas y la técnica correcta para realizarlo: muchos hombres creen que la aparición de acné o la resequedad en su rostro son problemas a los que se deben de enfrentar todos los días como parte de su rutina de cuidado, sin embargo de la mano de Gillette te daremos los consejos necesarios para que tu piel y rostro luzcan radiantes para una increíble primera impresión.

El rasurado para la piel con acné o grasa

Rasurar por encima de las imperfecciones en un error garrafal que muchos hombres que deciden prescindir del vello aún cometen, si no quieres estar dentro de ese grupo, te comentamos los pasos para que el rasurado fluya como la seda:

1. En el caso del acné temporal (como imperfeciones y granitos sorpresivos), aplica un producto astringente que ayude a la resequedad de la imperfección, así reducirás la irritación y evitarás que la infección en la piel se expanda; un gel para afeitar diseñado para remover la suciedad y la grasa como el Gel para afeitar MACH3 Sensitive servirá para preparar la piel ante el rasurado.
2. Haz pasadas ligeras y suaves cuando te afeites cerca de los brotes de acné. Esto es importante para evitar cortes en erupciones inflamadas y en áreas de la piel que se encuentran lesionadas. No presiones mucho contra el rostro, la afeitadora es la que hace el trabajo sin dificultad.
3. Aplica un humectante ligero para después de afeitar, si bien las pieles grasas no necesitan más humectación de la necesaria, esto ayudará a que la piel no compense la resequedad ocasionada por el producto anterior produciendo más grasa.
4. Utiliza un producto astringente o mascarilla antes de dormir: eliminar la suciedad después de un largo día es parte del cuidado esencial para todo tipo de piel.

El rasurado para la piel sensible o reseca

Por la falta de humectación, las pieles resecas tienden a sufrir más daños como cortaduras e irritación a la hora del afeitado, pero no siempre tiene que se así: preparar la piel para evitar tales estragos es posible y mucho más fácil de lo que crees:

1. Utiliza un gel para afeitar que no reseque la piel, a diferencia del producto anterior, éste ayudará a suavizar el vello y ayudar a proteger la piel de los rasguños y cortadas. También utiliza una afeitadora avanzada, que tenga múltiples navajas con poca distancia entre sí, como  la Gillette Fusion ProShield, su lubricación antes y después de las navajas protege contra la irritación sin importar cuántas pasadas des al afeitarte.
2. Revisa las navajas de tu rastrillo: las navajas sin filo o chuecas pueden producir rasguños e irritación. Cambia el cartucho cuando sientas jalones, molestias o raspaduras. O también puedes  probar una afeitadora que cuente con una tira indicadora que cambie de color, así cuando queda blanca significa que  ya no estás logrando una afeitada óptima.
3. Aféitate con pasadas suaves y ligeras. La afeitadora debe hacer el trabajo, no tú. Comienza a afeitar en dirección del crecimiento del vello y luego, de ser necesario, aféitate en contra del crecimiento para una afeitada aún más al ras.
4. Al finalizar tu rutina aféitate la parte del bigote y la zona alrededor de la boca, así le darás al gel para afeitar más tiempo de actuar, lo que suavizará aún más el vello y hará que sea más fácil de cortar.
5. Enjuaga las navajas con frecuencia durante todo el proceso de afeitado. Evitarás que se tapen los espacios entre cada una por los vellos que hayan podido quedar, así la rasuradora se deslizará mejor, brindándote mayor comodidad.
6. Después de afeitarte, enjuaga la piel con agua fría para cerrar los poros y usa una loción para después de afeitar que hidrate, refresque y humecte tu piel.

Con estos consejos verás que no es tan difícil conseguir un rasurado perfecto y evitar que tu piel, ya sea grasa o reseca muestre estragos después de una perfecta rutina de cuidado.

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