Apostando por la inspiración y la estridencia del rock, Oliver Rousteing mira al camuflaje como un punto de partida para su colección de invierno de Balmain, en la que los abrigos y esenciales outerwear se pintan de tonalidades militares combinadas con prendas gymwear, fusionando también la fluidez de las telas en pantalones de corte recto tomando la piel de serpiente como patrón principales de su propuesta. Los accesorios con detalles metálicos se forran de ante y piel para combinar y hacer un match perfecto desde las botas hasta los cinturones.
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