El actor de cine, televisión y teatro Santi Senso es el protagonista de la primera edición de la revista KOOSS Magazine, fotografiado por Judith Moreno en coloridos looks para la temporada.
¿Qué es para ti la intimidad?
La intimidad me la han
regalado todos aquellos valientes que se han atrevido a compartirse. Yo creo
que la intimidad no existe hasta que no se comparte, hasta que no es visible,
porque si no, la intimidad sería un secreto. La intimidad no solo está en un
grupo reducido, puede estar visible delante de mil personas. La intimidad es
acción y reacción: hasta que alguien no está viendo, escuchando e incluso
formando parte de esa intimidad, para mí no es de unidad. Necesitamos no sólo
de una o dos personas, sino de un conjunto para darle forma a esa intimidad.
¿Por qué la necesidad de hacer
emocionar a la gente?, ¿cuándo vino esa necesidad?
Vino desde que mi madre me
parió, me expulso del paraíso, de ese vientre, me llevaba, me traía, me cantaba
nanas. Cuando me expulsa es cuando uno empieza a gritar, a llorar, a respirar,
a latir... y es, pues, como una loba con su lobezno.
¿Cuándo baja de un escenario,
Santi Senso se siente realizado, se siente feliz?
Me siento lleno, embriagado
por todo lo que me regalan los asistentes en el acto íntimo, tanto en mi profesión
como en la familia, amigos, paseando, cantándole una nana a un niño; es más
escuchar lo que te van a dar esas personas o esa ciudad, más que lo que yo le
puedo dar. Uno tiene que tener aceptado su ego y solo así puede disfrutar del
ego de la otra persona, porque cada uno tiene su ego, pero también la propia
ciudad, el país, esa cultura, religión, y ese ego hay que respetarlo y
comunicarse con él.