Rafael Nadal, el tenista proclamado como uno de los más grandes atletas españoles de todos los tiempos aparece en portada de la edición de Septiembre de GQ España con fotografía de Craig McDean, luciendo impecable en traje de dos piezas de Tommy Hilfiger Tailored.
GQ: Acaban de cumplirse diez
años justos de tu primer Roland Carros. ¿Cómo recuerdas aquel 2005? ¿Qué cosas
han pasado desde entonces?
RAFA NADAL: Bueno, lo que ha pasado principal y...
desgraciadamente es el tiempo [risas]. Diez años son muchos. Sin embargo, en lo
principal, no creo que haya cambiado tanto. Evidentemente, las cosas van
evolucionando, pero me gusta creer que aún conservo gran parte de aquel
espíritu original. Aquel 2005 llegaba por primera vez a muchas experiencias
nuevas y tenía además ese puntito de inconsciencia que solo te da la juventud.
GQ: Si pudieras volver atrás,
¿cambiarías algo? ¿Daría el Nadal de ahora algún consejo a aquel Nadal de
entonces?
R. N.: Los consejos siempre
vienen bien, no hay que rechazarlos. Lo que ocurre es que, a pesar de ser muy
joven, yo tenía, por suerte, la cabeza más o menos bien amueblada. Era un
chaval natural, tranquilo y cercano; y eso me ayudó. Luego está la frescura del
desconocimiento, la pasión que pones en todo cuando te enfrentas por primera
vez a algo. Hay cosas que es mejor ir descubriendo por uno mismo. No hay
consejos que valgan. Reconozco que tuve gente a mi lado que me supo llevar por
el buen camino.
GQ: La altura de un gran
campeón se mide porta de los adversarios a los que se ha enfrentado. Tú has
coincidido en el tiempo con Roger Federen el tenista que más Grand Slam ha
conseguido en toda la historia. ¿Cómo recuerdas aquellos duelos inolvidables?
R. N.: Federer está
considerado como el mejor jugador de todos los tiempos. Ahí están sus números.
Para mí, personalmente, enfrentarme a él ha sido todo un honor. Siempre ha
habido un respeto muy grande entre nosotros. Un respeto grande y recíproco. Los
dos hemos sido testigos, mutuamente, de momentos muy importantes de nuestras
carreras. Hemos vivido muchísimas cosas juntos dentro de una pista de tenis.
Pero eso sí, siempre uno enfrente del otro. Una rivalidad que nos ha ayudado a
crecer de modo recíproco, a hacernos más grandes. No solo a nosotros, el tenis
en general, como deporte, también se ha beneficiado de nuestros duelos.
GQ:¿Ha
sido tu rival más complicado?
R. N.: Siendo sincero, creo que el rival más
difícil que he tenido nunca dentro de una pista ha sido y es Djokovic. Tengo
muy cerca en el tiempo algunos Izad to head con él; y no los recuerdo tan
positivos como con Federer. Con Djokovic siempre he notado una igualdad muy
grande; hemos disputado muchos partidos muy muy ajustados. Tampoco quiero
olvidarme de otros: Murray o David Ferrer. Hay muchos rivales duros dentro del
circuito.