Una profunda e inmersa gama de azules se apodera como una gigante ola del mar de la colección de primavera de Garciavelez, durante la semana de la moda de Nueva York, en la que refresca el uso de una esencia deportiva relajada, carente de pretenciones en el ámbito de los cortes, que si bien fungen como una oda al minimalismo total, es la simpleza la que definitivamente llama la atención.
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