Elevando el minimmalismo a su máxima expresión, la colección de invierno de Balenciaga es una oda a la pureza del negro, el enigmático color es interpretado en suaves cortes sobre pulcros abrigos largos, blazers cruzados, jerseys de cuello mao y pantalones fit acompañados de un mínimo uso de estampados.
¡Deja tu comentario!